Quiero venderte mi blog...

Vamos a hacer una prueba. Quiero venderte mi blog. ¿Te atreverías a comprármelo? ¿Serías capaz?



Estaba leyendo un artículo sobre redacción en uno de los diarios que comparten sus contenidos desde nuestra comunidad de Google Plus. Trataba sobre esto: cómo vender el diario por medio de una carta. Y he pensado para mis adentros... ¿podré? ¿Seré capaz? ¿Cómo captaré al lector? ¿Cómo haré que  tú, que ahora paseas por mis letras, desees adquirir este trozo de espacio virtual?





Vamos a venderte mi diario



Usando frases cortas ... (¡qué difíciiiiillll) tengo que preguntar y exponer. ¿Qué quieres? ¿Qué necesitas? En una sociedad consumista, como la de medio planeta y un cuarto del otro, la pregunta sería...¿cuánto cuesta? Pero espera... espera que te diga lo que ofrezco. Luego hablaremos de lo que vale.



Observaciones: "yo no me pongo nunca al ordenador"; "si quiero escribir lo hago en una libreta y luego lo subo al Word"; "para qué quiero una bitácora si no escribo nada, si no sé"; "a mí no me gustan esas cosas de Internet, se pierde mucho el tiempo".  Pues te respondo: tienes toda la razón.  Y, ante esas cuestiones, lo más probable es que no lo compres. Podría agregar: "tú te lo pierdes" pero no. Agregaré: "y sales ganando".



¿Por qué? Porque me lo quedo yo y continúo escribiendo.  Saco de mi bolsillo miles de letras con las que recompongo dos o tres mundos arbitrarios. Esas palabras que se pudren en el tuyo y se aburren o dormitan, apáticas, sin saber qué componer... Bueno, hacer sí; trabajan en algo: escriben notas, tareas científicas, informes, expedientes o la lista de la compra.



Después tienes a favor el leerme y estar de acuerdo conmigo o despotricar. A tu gusto. Porque, encima, tu cerebro recibe mis mensajes de otra manera y tus intenciones serán distintas a las que yo coloco en mis escritos. Posiblemente coincidamos... probablemente no.  Y puedes dedicarte a jugar al solitario, leer un libro, escuchar  música, ver la televisión, salir con los amigos, visitar a tu familia, ir de excursión -estas dos últimas cosas muy aconsejables- o volver a escudriñar mi blog a ver si he colocado una nueva sarta de tonterías o si, por una vez, acierto y escribo algo interesante.



Mientras tanto yo lo habré monetizado y seguiré ganando con lo que escriba. Justo lo que tú estás perdiendo. Pero ambos seremos felices. ¿O no? De eso se trata... de que cada cual se dedique a lo que más le guste y con lo que se sienta más feliz.



Ahora... si te satisface el formato de mi diario, si te apetece escribir y, más que eso... encontrar qué ocultas dentro de tu corazón... ¡No lo pienses! Coge lápiz y papel, deja que tu mente abra sus puertas y saca lo que hay dentro por feo, necio o insulso que te parezca. Es el papel que envuelve lo que, realmente, te gustará. No tengas miedo. ¡Te sentirás aliviado!



Después, cuando vengas a comprarme este blog para plasmarlo... como no está a la venta... no temas. Te ayudaré a abrirte uno y a compartir este camino de locos, cuerdos y demás almas inquietas que, siguiendo la vereda de Machado, "hacen camino al andar".



(No te olvides del más uno y de leer a mis amigasGracias :) Besos o un apretón de manos.) (Esto no es el colofón de la carta, es mi coletilla pero la daremos por válida)



[caption id="attachment_318" align="aligncenter" width="300" class=" "]Blog en venta... Blog en venta...[/caption]

 

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